El flamboyán, un árbol que despierta los sentidos
ES PROTAGONISTA DE VALIOSAS PINTURAS E INSPIRACIÓN DE LINDOS POEMAS
Marta Quéliz
SANTO DOMINGO.- Pocos se resisten a admirar la exuberante belleza de un flamboyán, que es como llaman en Cuba, Guatemala y México a ese hermoso árbol de flores rojas que aquí conocen como framboyán. Es protagonista de valiosas pinturas y de varios poemas románticos, y es el responsable de embellecer todo el entorno donde habita.
Aunque es nativo de Madagascar, hoy día es cultivado en países tropicales y subtropicales de todo el mundo, entre los cuales figura República Dominicana con una muestra considerable de este árbol, el cual se posa imponente en diversos lugares de la capital y pueblos del país. La Vega, por ejemplo, es conocida como la ciudad de los flamboyanes.
Sus flores de color entre rojo y naranja definen su singular belleza, y son capaces de despertar los más hermosos comentarios hasta en quienes son pocos dados a manifestar elogios.
Pero su belleza no es casual. Una serie de factores lo hacen especial y lo convierten en un árbol sencillamente impresionante. Según Carlos Franco, ingeniero forestal, el flamboyán tiene características muy particulares, entre ellas que necesita suficiente espacio para que sus raíces puedan expandirse, y que es muy sensible al frío, por lo que sólo puede cultivarse en países de clima cálido, ya que el sol y las temperaturas suaves le ayudan a florecer abundantemente.
Dice que es un árbol de sistema radicular agresivo, que se multiplica por semillas, y que cuando está en floración es espectacular. Se reconoce porque tiende a formarse haciendo grupos o alineaciones de calles.
Fuente de inspiración
Un detalle importante que cabe mencionar cuando se habla del flamboyán es que ha sido la fuente de inspiración de muchos pintores, sobre todo dominicanos, para lograr sus más significativas obras de arte. Con el uso de su “figura”, los artistas también logran plasmar la cultura del país, pese a que como se dijo, no es nativo de aquí.
Carlos Franco, ingeniero forestal, aduce que el flamboyán también ha sido la musa de algunos poetas para escribir románticos y hermosos poemas. “Es que de verdad que el framboyán tiene su historia. Muchos han sido los que hasta se han enamorado debajo de una mata de flamboyán y guardan ese recuerdito y cada vez que ven uno, pues recuerdan ese momento”, comenta Franco. Cuando de descripción se habla, Carlos Franco dice que el framboyán es un árbol de 6 a 8 metros de altura, con la copa notablemente aparasolada y el tronco algo torcido con la corteza gris, un poco áspera.
Tiene hojas bipinnadas que tienen de 20 a 40 centímetros de longitud, y cuenta con 10 ó 15 pares de pinnas, cada una de las cuales tiene de 12 a 20 pares de folíolos oblongos, de ápice y base redondeada, sésiles, ligeramente tomentosos, de color verde, con el envés más claro.
Las flores, que son de color rojo, aparecen cuando el árbol carece de hojas, y se disponen en racimos laterales.
Cada flor mide de 10 a12 centímetros de diámetro y tienen el cáliz con cinco sépalos hirsutos, la corola con cinco pétalos desiguales y el androceo con 10 estambres largos, delgados, de color rojo.